CINTA TRANSPORTADORA

Las cintas transportadoras, sistemas tradicionales de transporte mecánico, tienen características que en algunas situaciones constituyen un obstáculo.

Es un sistema muy voluminoso e inflexible, sobre todo si hay que hacer cambios de dirección o tramos verticales, lo que aumenta la necesidad de mantenimiento y la posibilidad de rotura. Por otro lado, el sistema de transporte neumático está formado por tubos flexibles, que se instalan rápidamente, ahorran espacio y son fáciles de trasladar cuando se reorganiza el departamento de producción.

Otro problema que puede presentar una cinta transportadora es el de la higienización: el producto entra en contacto con una gran superficie, que tarda mucho en higienizarse. La higienización de los tubos utilizados para el transporte neumático es sencilla e inmediata. El filtro de la unidad de carga es fácil de sustituir.

En las cintas transportadoras, la presencia de muchos componentes mecánicos sujetos a desgaste aumenta drásticamente los costes de mantenimiento, las piezas de repuesto y los tiempos de inactividad. Por otro lado, al no tener componentes mecánicos, el transportador neumático no necesita mantenimiento.

Uno de los puntos que hay que tener en cuenta a la hora de elegir entre una cinta transportadora y un transportador neumático es el riesgo de contaminación del producto: la cinta transportadora tiene un alto riesgo de contaminación debido al transporte desprotegido del material. En cambio, con el transportador neumático, este riesgo es nulo, ya que se trata de un sistema cerrado. La higienización simple es ideal si desea utilizar diferentes polvos que no deben entrar en contacto entre sí.

En las líneas de producción, el uso de una cinta transportadora crea un alto nivel de dispersión del producto, ya que es un sistema abierto. Este tipo de sistema no es adecuado para transportar polvos ligeros y volátiles.